Empieza cada día como si tu lo inventaras.

Despiertate, vive, se feliz. Solo, con esa persona que solo con pensarla te saca una sonrisa de enamorada o con esa amiga que cuando estas realmente jodida aparece con una gran sonrisa y te dice"te mereces algo mejor, lo sabes" y por un segundo, se te olvida todo y te das cuenta de que tiene razón.
Cuando te aburras juega, siempre y cuando no sea con la gente, juega, diviértete y ríe, ríe mucho. Ríe con ganas o sin ellas.
Si de repente te entra hambre, acuérdate de mi, no nos comeremos a besos, tranquilo, nos comeremos el mundo.
Y ya por último, a altas horas de la noche cuando no puedas dormir, piensa en mi y sonríe.

Jugando a ser mayores.

Cuando íbamos a infantil deseábamos que tocara el timbre que indicaba el recreo para abrochamos solo el ultimo botón de nuestro babi, sacar los brazos de el y echarlo atras mientras corríamos todos juntos con un brazo estirado y el puño cerrado. Eso para nosotros era la definición de felicidad, soñábamos con que de mayores, cuando saltáramos desde un escalón saliéramos volando, simplemente queríamos ser superhéroes.
Luego llegamos a primaria y nos reuníamos todos en una esquina del patio para creernos una gran familia con el papa y la mama regañando a sus hijos y todo el dis gritando y dando ordenes. Los hijos de estos padres de seis años eran unos rebeldes, por supuesto, que soñaban con ir de fiesta y aislarse en su habitación imaginaria para realizar su labor como adolescente de quince años. Tambien éramos felices, esta vez no soñábamos con ser algo mágico, no, esta vez queríamos ser como nuestros hermanos, queríamos ser mayores.
Ahora, que seguimos jugando a este juego pero, la mayoria de las veces sin darnos cuenta, nos intentamos llenar la cabeza de preocupaciones tan simples como el color del que me voy a poner la camiseta esta tarde o la escusa que les voy a poner a mis padres para que me dejen salir hasta más tarde, nos sentamos en la cama y apoyamos la cabeza en la almohada, nuestra gran confidente, nuestra compañera de este nuevo nivel del juego.

Lo real es mejor que lo perfecto.

Soy de las que piensan que tienen más defectos que virtudes, de las que se creen feas, de las que aunque la digan que tiene buen cuerpo se ve mal, de las que no se creen las cosas buenas sobre ellas que dice la gente. Soy pesimista, lo sé. Pero también soy de las que cuando se miran en el espejo dicen "¿ves a esa chica de enfrente, la morena de ojos marrones, la más corriente del mundo? Soy yo, y estoy orgullosa de serlo." 

¿Qué preferiría ser más guapa o tener mejor cuerpo? Si, como todo el mundo supongo. ¿Qué si me cambiaría por cualquier otra persona? No.

No, porque soy de las que se ríen sin motivos, de las que les gusta que le saquen una sonrisa pero a cambio devuelven otra, de las que con la gente que no le cae bien es la persona más borde del mundo, de las que a veces se pasan de borde pero lo reconoce, pero si alguien me sonríe de verdad, siempre sonrío con ellas, de las que si alguien se siente mal ella se siente peor por ver a otra persona destrozada, de las que no lloran delante de la gente, por orgullo quizás, pero que cuando apaga la luz de la habitación la almohada llora con ella, de las que cuando peor se encuentran más sonríen porque es verdad eso que dicen,"sonreír no siempre significa que eres feliz, a veces significa que eres fuerte".

Igual a veces soy demasiado inmadura, igual otras soy demasiado adulta pero nadie es perfecto, tú tampoco. Soy como soy y me gusta ser así.